
Hoy, el día después del atentado de Palma en el que han muerto otros dos guardias civiles, a los pocos días del atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Burgos, vemos el desfile de autoridades que visitan la capilla ardiente, y oímos en todos los bares de España (o casi...) todo tipo de insultos dirigidos hacia estos terroristas que matan y matan y matan.
¿Por qué mata ETA? ¿Por qué se permite que se hagan homenajes a terroristas que matan y utilizan el terror contra toda una población? ¿Quién es el responsable de todo esto? ¿Quién debe evitarlo?
ETA mata porque puede hacerlo, porque tiene financiación. El ex-campeón de España de surf, Iker Acero, estaba promocionando rifas en internet con ese fin. Ha sido detenido. Pero otros muchos no lo serán, héroes locales que financian asesinatos de manera camuflada. No son apestados, la sociedad expulsa a quienes son diferentes, a los que dicen las cosas de frente y les rasca en la adormecida conciencia, a quienes no tienen trabajo por ser honesto, a quienes no se pliegan, pero a los simpatizantes de etarra, al Ché, a esa gentuza se les acepta como defensores de una causa "romántica".
La reponsabilidad no es de la ley. Yo no creo que deba legislarse la repulsa al asesinato... se enseña. Igual que todo el vecindario conoce al pervertido que merodea a las niñas y le vigilan, o directamente le echan del barrio, los etarras no deberían encontrar acomodo en nuestra sociedad. Es muy fácil salir a la calle, dar cuatro voces, indignarse desde casa... pero estoy esperando que los bancos privados prohiban dar ni la hora a las personas relacionadas directa o indirectamente con ETA. Estoy esperando que los hoteles, grandes almacenes, promotoras inmobiliarias, empresas privadas, se arranquen y prohiban la entrada o los contratos a los simpatizantes de los asesinos.
Ya. Los cajeros del Santander iban a arder uno tras otro si Botín hace algo así, ¿no? Pues que contrate seguridad privada, que para eso tiene tantos beneficios. No. Es mejor que la ley haga algo, o el gobierno, o la oposición, o las fundaciones como DENAES... todos menos yo. No vaya a ser que me pongan en el punto de mira. Y así, me pliego al terror y el círculo se cierra.
Hoy se cumplen 50 años de la existencia de ETA, que sigue entre nosotros gracias a este mecanismo que, al parecer, nadie tiene intención de romper. Mea culpa.