Pilar Rahola es una de esas mujeres que sobreviven a todo: doctora en Filología Hispánica y en Filología Catalana, ex-diputada de Izquierda Republicana de Cataluña, ex-vicealcaldesa de Barcelona, tertuliana, polemista, escritora (quiero destacar
Mujer liberada, hombre cabreado, editado por Planeta en el año 2000), articulista... qué mujer tan completa, qué bonito todo.
Es de esas mujeres que cuelgan en su página web entrevistas en las que la definen como incansable luchadora de los derechos de las mujeres y los niños (se dan cuenta, estamos ante una política, periodista y, sobre todo una "salvadora").
Sí, lo digo con retintín. Me gritaba
fascista en los descansos de un programa de debate mientras Marga, una prostituta, me defendía. Y una no es de piedra, oiga. Sin embargo, ayer publicó un
artículo en La Vanguardia que me ha ayudado a aclarar mis ideas, y una es temperamental, pero agradecida. Bueno, tengo que reconocer que -sin intentar meterles en el mismo saco- también me ayudaron artículos y reflexiones de Dhavar y Fausta, por ejemplo, y conversaciones con amigos no virtuales.
Tema: el reto del Islam. Pilar Rahola comienza por destacar la figura de Fadela Amara (Detrás del discurso islamista sobre la mujer hay un proyecto fascista) y su nombramiento como secretaria de Estado para política municipal por un gobierno de derechas. Y tiene razón Rahola cuando apunta al paternalismo políticamente correcto de la derecha francesa como una de las trabas para encarar el problema de frente. No dice nada de la izquierda, casi mejor.
Pero cuando estaba dispuesta a estrechar las mano ideológicamente a doña Pilar se me descuelga con lo siguiente:
Es democráticamente necesario practicar una política de solidaridad. Pero es democráticamente exigible dirimir con quién se practica.Democráticamente exigimos y discriminamos la solidaridad. Debe ser que 1) no ha leído a Clandestino,2) no sabe que la solidaridad, en tanto que virtud, no se exige, de lo contrario tenemos ciudadanos, no... perdón, súbditos obedientes, no solidarios.
Pero lo mejor está por llegar: los interlocutores.
¿Es de recibo que el Consell Islàmic de Catalunya goce de 90.000 euros de subvención pública, y sea presidido por Lahsen Saaou, miembro de Jamaat Tabligh, corriente que propugna el islam más extremo y el odio a Occidente? En Catalunya tenemos la Junta Islàmica de Abdenur Prado, que lucha por los derechos civiles, o la asociación de Alami Susi, que trabaja en obras sociales, o la magnífica Llum del Nord de Ahmed Ben Alal. Tenemos la Asociación de mujeres de Huma Jamshed, o la Asociación de Trabajadores de Pakistán de Javed Ilyas. Todos ellos comprometidos con la libertad. Y todos ellos ninguneados.¡Vaya por Dios! Que lo que quiere es que las subvenciones vayan a otras manos. Pues qué disgusto. Más de lo mismo. Pero para dudas, los comentarios al artículo. En concreto, los de Omar, que defiende la tolerancia del Islam (transcribo tal cual):
es muy hipocrita y oportunista meterse con los musulmanes, cuando la religión católica siempre ha hecho lo mismo. ¿Quizás hay una mujer papa? ¿No fue eva la que tento a Adan? ¿No era la encarnación del diablo la mujer? ¿Por que no dejan que cada cual lave sus platos sucios?. Y si no señálenme cuantas empresas estan dirigidad por mujeres en sus paises occidentales, cuantas naciones, etc.
los occidentales cuando les interesa van a oriente, nos explotan, pasan sus vacaciones alli como si estuvieran en una película, y luego critican nuestra religión. Eso es hipocresía. Ningun Iman ha dicho de los católicos tantas barbaridades como ustedes. En el fondo les gustaria a los obispos españoles de la cope tener tantos fieles como nosotros en nuestras mezquitas. Además el burka tapa los rasgos femeninos que excitan a la violación.
Coran es una religion muy abierta con las mujeres, las protege. Por ejemplo, Sura 4, Las Mujeres (Medinesa de 175 aleyas). Trato de las mujeres.No se puede pegar a una mujer. ¿Cuantas mujeres son maltratadas por españoles?. Coran protege esto. Ese hombre sería castigado de la misma manera: 50 latigazos.
Esto supera todo.